20 de Septiembre del 2005

Por qué mirar a la luna si no la puedo tocar, por qué mirar tu boca si no la puedo besar.

Del cielo cayó un pañuelo bordado con letras negras y en cada esquina decía tu madre será mi suegra.

Tú eres para mí como un poema por empezar... Un puñado de ilusiones frente al mar y Dios animándome a luchar y a amar.
En el mar cayó un alfiler, cuando tú lo encuentres te dejaré de querer.

Los niños piden juguetes, los presos su libertad.... y yo sólo te pido amor y felicidad.

No sé si serás el amor de mi vida, pero sé que te amo, como nadie en el mundo más he amado, no sé que es lo que me atrae de vos, tu sonrisa, tu dulzura o el deseo de tenerte. Sólo sé que no puedo dejar ya de pensar cuánto amándote estoy.
No te pido que dejes de mirar chicas, sólo que me me mires un poco a mí.

No me preguntes cuánto llegué a quererte ni cuándo.
Responderte yo no puedo. Si Dios me dio este amor para adorarlo, que te conteste Dios cuánto te quiero.
Una palabra se olvida, una lágrima se va, un beso se da pero el recuerdo jamás se va.