lunes, 24 de diciembre de 2012

21 de Septiembre del 2005

El delfín murió en el mar, el ave en la roca y yo quiero morir en los labios de tu boca.

Las sabanas y la almohada todos los días lavo, cubiertas de lágrimas porque ya no estás a mi lado.

Apareciste en mis sueños y conquistaste mi corazón, cuando menos me lo espere romperás mi corazón.

Ayer fui a la iglesia, un pecado cometí, en vez de pensar en cristo me puse a pensar en ti.

Cada vez que pronuncio tu nombre una lágrima se me cae porque todo el amor que siento por ti nunca lo podré olvidar.

Tus caricias al alba tú me dabas, nuestros besos suspiraban y ahora somos almas destrozadas.

Como quieres que te quiera, si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera.

Por un beso de tu boca, dos caricias te daría, tres palabras que demuestren cuatro veces mi alegría y en la quinta sinfonía de mi sexto pensamiento siete veces te diría las ocho letras de un te quiero, porque nueve veces vivo y diez muero.

Quisiera ser el mar y que tu fueras la roca, porque al subir la marea te besaría la boca.

Sólo he pensado en ti dos veces en la vida. Una el día que te conocí y la otra el resto de mi vida.

Desearía ser una lágrima tuya... Para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tu boca.

Sé que necesito el corazón para vivir pero más necesito a quién lo hace latir.

Si tu cuerpo fuera cárcel y tus brazos cadenas... que bonito sería cumplir condena.

Me dijiste que era fácil y me enseñaste a querer, pero luego me olvidaste y eso no lo supe hacer.

Te quiero porque te quiero, te quiero querer, siempre te he querido y nunca sabré por qué.

Nuestros caminos se separaron sin odio ni rencor, pero como quieres que te llame amigo si alguna vez te llamé amor.

Te quiero más que a mi madre, y siento que estoy pecando, pues ella me dio la vida y tú me la estás quitando.

¿Cómo quieres que te olvide, si cuando quiero olvidarte me olvido del olvido y comienzo a recordarte?

Entender no es solamente perdonar, si no al final amar... El amor no consiste en mirarse el uno al otro, si no en mirar juntos hacia el infinito.

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